En la antesala de la consulta del Pacto Histórico y de la convocatoria a las marchas del Gobierno Nacional para promover una reforma constitucional, las autoridades desmantelaron una sofisticada bodega informática ubicada en plena avenida El Poblado, en Medellín.
Desde este centro operaban varios influenciadores que, según la investigación, difundían información falsa con alcance superior a 20 millones de cuentas en todo el país.
Las primeras indagaciones señalan que la estructura podría estar articulada con las plataformas internacionales Sputnik (Rusia) y Telesur (Venezuela).
Lo que más ha llamado la atención de las autoridades es la compleja red de software y ciberarmas utilizada para ejecutar chantajes, extorsiones y robo de bases de datos de entidades financieras, además del hurto de información en teléfonos celulares de usuarios del sistema financiero.
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