Un fascista que defiende las dictaduras denuncia que su partido funciona como una dictadura. Y le parece tan mal que cuando otros dirigentes lo denunciaron se calló como la rata cobarde que es. Siempre le quedará Gibraltar...
Ortega Smith crítica la dirección de su partido, señalando un estilo "cesarista y presidencialista" y cuestionando la falta de democracia interna. Destaca la salida de otros dirigentes que, también reconocieron problemas similares.