La presidenta mexicana con apellido impronunciable se niega a plantar cara a los narcos. Más de 30.000 asesinados cada año, y su prioridad es exigir disculpas por la conquista de hace más de cinco siglos.
Pero si los españoles evitaron los sacrificios humanos y que se comieran unos a otros. Pedir perdón por nada. Ahora casi siguen igual. El único mejicano que me gustaba fue Jorge Negrete.

Nov 4, 2025 · 12:38 PM UTC

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