Ayuso sube al atril de BlackRock, el mayor fondo buitre del planeta, y promete que en Madrid “no se intervendrá la vivienda”. No es un discurso de libertad: es una genuflexión. Habla de propiedad privada mientras entrega la ciudad a quienes convierten los hogares en fichas de casino financiero. BlackRock no busca que las familias vivan mejor, busca especular con sus tejados y echar raíces en los bolsillos de quienes ya no pueden pagar un alquiler. Y Ayuso les aplaude, les garantiza barra libre. Esta es la verdad incómoda: Madrid se convierte en laboratorio de la Agenda 2030, donde no poseerás nada y aplaudirás tu esclavitud. La presidenta se disfraza de defensora de derechos mientras respalda al modelo que destruye la propiedad familiar y convierte a los madrileños en inquilinos cautivos de las élites globales. Es la rendición disfrazada de política. Y los ciudadanos pagan el precio: su casa ya no es un hogar, es el botín de BlackRock. Sobre esta entidad hablo en varios de mis libros. A su cabeza visible, Larry Fink, le dediqué un capítulo en mi libro LOS DUEÑOS DEL PLANETA 👇🏻👇🏻👇🏻 planetadelibros.com/libro-lo…
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CEO de BlackRock, Larry Fink (JUDÍO). Doctora Cristina Martín Jiménez @crismartinj (Shabbat goy)

Oct 2, 2025 · 1:17 AM UTC

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