Es el mayor escándalo de corrupción de la historia de España. Insisto, es el Watergate español. Nos gobierna una mafia. Lo que ha salido hoy a la luz da mucho miedo. Mini hilo 🧵 Luis del Rivero Asensio, el veterano empresario murciano que presidió Sacyr en sus años de mayor expansión y que hoy mantiene un perfil discreto en los círculos financieros de Madrid, se convirtió en la pieza esencial que permitió que la denominada “cloaca” del PSOE llegara hasta la puerta del fiscal Ignacio Stampa. Amigo personal del magistrado desde hace años, Del Rivero ejerció de puente, mensajero y garante de discreción en una operación que la Justicia investiga como presunto cohecho y tráfico de influencias, y que tuvo como objetivo final “rehabilitar” a Stampa a cambio de su silencio o colaboración. Todo comenzó el 30 de abril de 2025, cuando Del Rivero escribió a Stampa por WhatsApp para transmitirle que Javier Pérez Dolset —empresario imputado en el caso Zed— y “el enviado Santos C” —en clara alusión a Santos Cerdán, entonces secretario de Organización del PSOE y hoy en prisión provisional por el caso Koldo— querían reunirse con él. En ese mismo mensaje, el expresidente de Sacyr adelantó el contenido de la oferta: se le plantearía una “propuesta” que ya se había hecho “al 1”, añadiendo de inmediato la advertencia de que “otra cosa es que el 1 es quien decide”. La expresión, repetida en varias ocasiones, fue interpretada por Stampa —y así lo declaró ante el juez— como una referencia directa a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. La reacción del fiscal fue de incredulidad: “Alucino. Muy raro”, respondió. Del Rivero, fiel a su papel de intermediario prudente, cerró la conversación con una consigna muy clara: “Oír, ver y callar”. Días después, el 7 de mayo, concretó la cita en su propia oficina de la calle Juan Bravo de Madrid. “Dolset, el enviado y yo”, escribió. Stampa, aún confuso, preguntó si Dolset y el enviado eran personas distintas. “Sí, el que nombré esta mañana. Santos C”, aclaró Del Rivero. Finalmente, Cerdán no apareció; en su lugar acudió Leire Díez, quien se presentó como emisaria del PSOE y se disculpó en nombre del dirigente socialista. Tras el encuentro, Del Rivero volvió a activarse como canal de comunicación. El 11 de mayo explicó a Stampa el núcleo de la propuesta: exponer que su salida de la Fiscalía Anticorrupción en 2020 se debió a una denuncia de Vox, que la investigación interna que se le abrió fue injusta y que ahora existía una “sentencia rehabilitadora” que demostraba su inocencia. La oferta concreta era devolverle el caso Villarejo —específicamente la pieza 7, conocida como Operación Kitchen— bajo el argumento de que, desde su marcha, “no ha habido avances, ninguna pieza nueva”. Para impulsarlo, pondrían “a alguien que conozca el caso”, es decir, al propio Stampa. Todo, insistió Del Rivero, dependería de que “el 1 es quien decide”. El 12 de mayo, cinco días después de la reunión, el empresario informó al fiscal de que la propuesta ya había sido elevada: “Transmitido al 1”. En otro mensaje, fechado el 10 de mayo según la declaración de Stampa, Del Rivero fue aún más explícito: “Ya han hablado con el número 1 y él va a proponer qué hacer conmigo”. El fiscal, que grabó en secreto la reunión con Díez y Dolset y que nunca mostró interés en volver a una Fiscalía Anticorrupción que, en sus palabras, “le abandonó”, respondió con sorna: “¿Piensan ponerme a mí en el caso? ¿Y eso es rehabilitarme?”, acompañado de cinco emojis de risa.