El acontecimiento más interesante de la semana en Madrid ha sido la aparición en escena de Carlos H. Quero, ahora portavoz adjunto de Vox en el Congreso.
Del mismo modo que la España Vaciada se convirtió en un tema recurrente, Hernández Quero apunta a otra periferia, la España maltratada, la de las localidades y los barrios periféricos de las grandes ciudades. Zonas olvidadas, con escasa inversión pública, con servicios mucho peores que los de los barrios centrales, con más inmigración, con precios de vivienda difícilmente asumibles y donde viven personas con salarios escasos.
Esta zona geográfica urbana es un entorno políticamente relevante y bastante olvidado. En las últimas elecciones madrileñas, el PP puso el acento en la almendra central de la ciudad, Más Madrid en los barrios gentrificados y el PSOE en la España de las piscinas. Los barrios populares no estaban realmente ni en el discurso ni en el programa: eran el sobrante de proyectos que se pensaban para otros lugares. Es mérito de Quero haber puesto el foco sobre ellos, con un programa, obviamente de derechas, pero que tienen capacidad de penetración. Su discurso en Aluche abre una vía de en los barrios populares para los de Abascal.
Si el mensaje de Vox arraiga en esos barrios, el primer perjudicado será el PP. Hernández Quero se posiciona contra la derecha de la almendra central, contra el Madrid de los mil acentos de Ayuso, contra la derecha del dinero que ofrece ventajas a los fondos y se olvida de los nacionales. Sería curioso: los barrios obreros atizados contra el PP desde la derecha.
El segundo perjudicado es el PSOE, porque es el partido que, desde la izquierda, más capacidad de penetración tiene en esos barrios, donde cuenta con recuerdo de voto y donde podría canalizar la hostilidad contra las malas condiciones de vida que ofrece la derecha. Pero el PSOE es un partido con demasiados tecnócratas como para activar políticamente esas zonas. No las entienden. Más Madrid, por su parte, querrá hacer vídeos a lo Mamdani y copiar sus experiencias, Podemos es una pyme e IU está más pendiente de lograr la unidad de la izquierda que de cualquier otra cosa ideológica.
Pero, más allá del mapa de situación, importa la geografía urbana, que marca la existencia de barrios olvidados, de esa España relegada cuya función es desplazarse cotidianamente desde las periferias al centro de las grandes ciudades para servir. Junto con los titulados universitarios que ven cómo decae su nivel de vida serán dos fuerzas sociales que serán importantes en los tiempos que vienen. La fuerza política que sepa tejer proyectos de cambio para ellas, tendrá mucho ganado.