🇻🇪 El mayor daño que dejó Chávez no fue solo la destrucción económica.
Fue un daño antropológico, una ruptura profunda del modo de ser venezolano.
Se sembró el resentimiento como bandera.
La envidia como motor.
La dependencia del Estado como única aspiración.
La idea de que “el que trabaja es bobo” y “el vivo” es el que vale.
Se fracturó la solidaridad, el respeto, la noción de familia, comunidad y entrega.
Nos hicieron creer que robar era justicia, que dividir era política y que odiar al que prospera era revolucionario.
Ese quiebre cultural no se arregla con un cambio de gobierno.
Se cura reconstruyendo el carácter nacional, recuperando los valores, el trabajo, la palabra, la dignidad, la responsabilidad y el orgullo de hacer país.
Venezuela no solo tiene que levantarse.
Tiene que volver a reencontrarse.