LA TRIPULACIÓN DE UNA NAVE
Usted en una oportunidad, siendo senador, dijo que la pokítica es sucia y asquea. A pesar que no he hecho parte de ningún gobierno ni partido político en Colombia, pienso lo mismo. Pero así está la sociedad. Ojalá pudiéramos cambiar todo.
Desafortunadamente, las campañas a la presidencia son empresas y quienes las financian se convierten en socios o en inversionistas. Los colombianos, con nuestros impuesto, les retornamos la inversión a cada uno de ellos, multiplicada por 3 o 4 o 5 veces — hasta por mâs—, pero solo obtenemos pérdidas o simplemente deudas.
Supongo que usted también aportó a la campaña y, no obstante que es una persona honesta y que ha construido su fortuna a base de talento y trabajo, también esperaba obtener réditos en votos o apoyo a su campańa a la presidencia.
No dudo de usted, pero siendo una persona cercana al presidente Petro y viendo como lo atacan y acorralan permanentemente, yo esperaba que usted no lo abandonara sino que, desde el Departamento para la Prosperidad Social, lo apoyaría en el cambio.
No es por protocolo que los tripulantes deben abandonar de último las naves o barcos en que viaja. Lo hacen después de que los pasajeros estén a salvo. Es su deber garantizar la seguridad y el bienestar de los pasajeros, incluso en situaciones de emergencia.
Siendo que usted, siendo parte de la tripulación, abandonó el barco antes de llegar al puerto.
Es inevitable sentir orgullo por muchas cosas buenas que ha hecho este gobierno, disminución de la pobreza, del desempleo, de la inflación, del dólar, aumento del salario, invertir en trenes y energías limpias, entrega de tierras, hospitales y universidades, pero también es inevitable sentir decepción y vergüenza por las cosas que hacen quienes se aprovechan del Estado para sus intereses personales.
Esa falta de controles y el “todo vale” con tal de ganar, nos está destruyendo el proyecto.
Nov 8, 2025 · 9:41 PM UTC









