Editorial: La Guerra de 5ta Generación; la Guerra Invisible.
En este momento la lucha por la libertad de Venezuela se libra, sobre todo, en el campo invisible de la mente, la narrativa y la información y el Cartel de los Soles lo comprendió, hace ya bastante tiempo, que el concepto de la Guerra de Quinta Generación no es una leyenda urbana y que en ella no se necesitan armas para dominar porque solo es necesario controlar la percepción, la opinión pública y los sentimientos tales como la decepción, terror, indefensión, y desesperanza.
En esta nueva forma de guerra los ejércitos son los algoritmos, medios y “periodistas” comprados, influencers fabricados, granjas de bots y mensajes cuidadosamente diseñados para desmovilizar que tienen como claro objetivo instalar el miedo, sembrar la duda, erosionar la fe en el liderazgo legítimo y destruir la moral de resistencia.
En este contexto cada noticia manipulada, cada rumor sobre divisiones internas, cada intento de deslegitimar a María Corina Machado y a Edmundo González Urrutia son piezas de una misma maquinaria: la ingeniería social del terror y así cuando alguien promueve la desconfianza en María Corina o en el Presidente Electo, cuando insiste en que “nada va a pasar” o en que “todo está perdido”; está repitiendo la narrativa del opresor porque esa actitud no es crítica, es servilismo psicológico al régimen que en la Guerra de 5ta Generación se traduce en el principio de que “quien logra controlar lo que crees, controla lo que haces” y por esa razón intentan convencernos de que la libertad es imposible, porque saben que, si lo creemos, ya habrán ganado la batalla a lo interno y que eso repercutirá de manera absoluta en lo extraterritorial y todo eso sin disparar una solo tiro.
Un ejemplo, de lo que les comentamos en estas líneas, lo ilustra con claridad la llegada del portaaviones USS Gerald Ford al Caribe y su escala estratégica y operativa en el Mediterráneo con fines meramente operativos. Esta parada fue distorsionada por las maquinarias del régimen y sus operadores digitales para imponer la narrativa de que “no va a pasar nada en Venezuela”. Manipularon los hechos distorsionando su significado y burlándose del contexto militar real, todo para mantener el ciclo de resignación en el ciudadano de a pie que alimenta su permanencia en el poder; aun cuando, es importante resaltar, que ellos – los miembros del cartel- muy a pesar saben que, no es que “va” a pasar, ESTÁ PASANDO.
Esta es la esencia de la guerra moderna: no necesitan convencerte de que ellos tienen razón, solo necesitan convencerte de que tu esfuerzo no vale la pena, de que el cambio no llegará o de que el liderazgo legítimo no tiene fuerza y frente a esta ofensiva la respuesta debe ser una resistencia cívica informada y consciente lo que conlleva desmontando las narrativas manipuladoras, analizar las fuentes, identificar los mensajes que buscan dividir y/o reconocer que no todo lo que se presenta como “opinión crítica” es honesto porque, en nuestra experiencia, muchos de esos discursos son tácticas psicológicas diseñadas para destruir la unidad de los que aún creen en la libertad.
En esta realidad, debemos convertirnos en analistas de nuestra propia mente, no repetir sin pensar, no compartir sin verificar, no confiar en quienes viven sembrando desaliento; porque la libertad necesita inteligencia emocional y claridad estratégica porque la verdad indiscutible es irrebatible es que Venezuela será libre y para ello necesitamos aprender a luchar en el campo invisible de la percepción porque cada ciudadano informado, cada voz que desmonta una mentira, cada mente que no se deja manipular, es un soldado en esta batalla.
El régimen teme a una ciudadanía consciente y unida, y por eso manipula, miente. Por lo que es primordial que sigamos en pie ya que estamos venciendo. Venezuela será libre gracias a la voluntad indoblegable de todos los que estamos poniendo el pecho en esta batalla final.