Me encantaría que se visualizara esto en la TV abierta ante todos los periodistas que por algún motivo lo han pisoteado/ninguneado/agredido física o moralmente. Todos tendrían que ver y difundir estas anécdotas, en vez de poner a la ta.ra.da bailando en el balcón.
Hay personas acá que discuten que el presidente está sucio, que no puede hablar de eso, etc., pero no entienden que eso no es lo importante. Lo importante es el mensaje, no el mensajero, y más importante aún, es lo que uno hace con el mensaje.