La lectura de este sumario de negociaciones me provoca las siguientes reflexiones:
1. No son negociaciones. No pueden negociar sin el encargo legítimo de una contraparte. El país no está allí representado. Ni quiere sentirse invocado por un atajo de operadores de maniobras sombrías.
2. Son esfuerzos para tirarles (y tirarse) un salvavidas. El fin, inmoral en si mismo, es darle jugada al ecosistema criminal (del que forman parte) y salvar el pellejo de sus principales actores.
3. La costra nostra de intereses está lamentablemente representada por quienes deberían estar defendiendo la vida, la libertad y la decencia. Que representantes de la Iglesia y de nuestras universidades estén en eso, de espaldas al país, y al testimonio de una dirigencia política que está siendo diezmada, es una connivencia inaceptable con el mal. La verdad es que el manoseo de los dos santos venezolanos y el financiamiento indebido de esos fastos es un precio miserable que están recibiendo por traicionar al país.
4. Todos ellos traicionan la voluntad del país, que los ha desplazado a todos del poder. Ninguna de esas facciones políticas e institucionales cuentan con respaldo, legitimidad, o simpatía. Todos son titulares del asco moral de las mayorías. Son puñaleros a la vieja usanza. Quieren lograr por la trampa y la traición lo que el país les ha negado reiteradamente.
5. El país no quiere llevarse la sorpresa de que el resultado de un cuarto de siglo de luchas desarticuladas es que al final terminemos siendo rehenes de la cuerda de farsantes que constituyen el elenco del fracaso, que son simuladores y que trabajan para el régimen porque son parte de él.
6. En el documento se pueden apreciar todas las caras y matices que tiene la traición. Porque vamos a estar claros, invocando los supremos intereses del país, practican lo único que saben hacer, el fariseísmo de cenáculo, la deslealtad, la felonía, el complot y la conjura.
7. Esa lista está integrada por los que son hoy moralmente prescindibles. Los que en un escenario diferente no pueden ni deben figurar. Los que no pueden beneficiarse de nuestro olvido. Los que no tienen como alternativa el perdón.
8. El socialismo del siglo XXI no vale ni solideo ni mitra. No vale entregar la fe del país ni la integridad de sus instituciones. El pacto con el mal es irrevocable. Te convierte en parte del mal.
9. El caprilato, el elenco del fracaso, los "hombres serios de la negociación sin fin", las pústulas de la infame asamblea del 2015, esos que llaman alacranes... Las agazapadas y cobardes entidades empresariales y similares ¿En serio creen que cuentan con algo más que su desprestigio?
10. Todos ellos tienen razón en sus miedos. Porque en cualquier otro escenario ellos no estarán. La gente cobrará con creces tanta desvergüenza.
11. Para ser gente, hay que jugar limpio. Ninguno de ellos lo sabe hacer. Insisto, son puñaleros. Malandros de cuello blanco, mandarines de la infamia.
P.D. Los odiadores de oficio y la cofradía de la amargura, sepan que están más cerca de estos personajes que del que tiene el puesto más humilde en la congregación de los decentes.
La otra negociación de Qatar. El Plan de Negociación presentado por la narco-dictadura con la intermediación de Qatar, y rechazado por Estados Unidos, según el cual Delcy Rodríguez iba a sustituir a Nicolás Maduro en la presidencia de Venezuela, no fue el único plan discutido en Qatar para presentar lo que luce como una tabla de salvación al régimen. Según un documento exclusivo del Reino de Qatar, importantes actores venezolanos, entre ellos miembros de la oposición conocida como "alacrana" y también altos representantes de la Iglesia Católica, propusieron un esquema para bloquear la amenaza militar y las sanciones económicas contra el Cartel de Maduro. Increíblemente, todos estos operadores tenían un punto en común: desplazar a María Corina del liderazgo, instaurar nuevos líderes opositores supuestamente "imparciales", y organizar una transición en la que ellos se garantizarían un papel relevante. Aquí el documento exclusivo: