Este tipo debe creer que Twitter es lo mismo que el mundillo de payasos que han creado y formado entre tecnológicas, influencers, youtubers/streamers y todos los idiotas que consumen estas historias, pero el caso es que la publicidad es un concepto jurídico que agrava cualquier conducta, porque recordemos que sólo los muy lerdos son capaces de creer que la libertad de expresión es infinita (sobre todo esos que acceden a estos espacios virtuales creyendo que, como el campo es digital, no se le puede poner puertas). No, hombre, el mundillo este virtual no da para evadir posibles delitos por mucho que muchos de los que por aquí pasarán hayan defendido que sí desde hace más de una década.