¿Que pasará en Nueva York 🗽?
En la lectura semanal Vayerá (Génesis 18:1), Dios se aparece an Abraham para visitarlo, y justo en ese momento Abraham se levanta y corre a recibir a tres desconocidos.
¡Pero si Dios mismo vino a verte, ¿a dónde vas?!
Abraham nos enseña algo profundo: el mayor honor que se le puede dar a Dios no es rezarle más, sino honrar al ser humano que lleva en sí la imagen divina.
Por eso, más adelante, cuando Dios le pide sacrificar a su hijo, Abraham aprende que acercarse a Dios no significa sacrificar a nadie, sino acercarse al ser humano, incluso al más pequeño.
En ese video vemos a personas en Nueva York 🇺🇸 que, en nombre de “Alá es grande”, creen que su grandeza exige eliminar a los diferentes judíos, cristianos y casi todos los demás.
El judaísmo también proclama que Dios es grande, pero tan grande que puede aceptar incluso a quien no se le parece.
Por eso el judaísmo nunca buscó convertir a todo el mundo: no es una religión teocéntrica, sino antropocéntrica, que ve en el ser humano cada uno, distinto y único la manifestación más alta de la presencia divina.