El viernes denunciamos que el Hospital del Niño Francisco Icaza Bustamante no contaba con el medicamento para los niños con atrofia muscular espinal, una enfermedad que requiere tratamiento cuatro veces al año.
Hoy, tras insistir y fiscalizar, fuimos atendidos y recibimos buenas noticias: los niños tendrán su medicina.
Un proceso de fiscalización con resultados, pero también con una gran reflexión:
ojalá todo se resolviera sin presiones ni visitas, porque la salud no es un favor del Estado, es un derecho que debe garantizarse siempre.