Respetar los derechos de las mujeres no es odio.
El 2 de noviembre, el "programa LGTBIQ+" Wisteria Lane de
@rne @radio5_rne despachó la defensa de las categorías deportivas de las mujeres como “un ataque a las comunidades trans e intersex” y una “trinchera para los discursos de odio”. Así enmarca la radio pública el legítimo derecho de las atletas a una competición justa.
¿Con qué argumentos? Con los que quiera el transactivismo, la única voz que se escuchó en el programa no para debatir sino para intoxicar. Frente el decálogo de
@ADILGTBSPORTS para promover la presencia de hombres en el deporte de mujeres, recordamos que:
1⃣Lo importante es participar, sí. Pero sin trampas. El deporte de las mujeres no existe para validar identidades
2⃣Tratar a las personas con los pronombres que prefieran no es tolerancia. Es imposición para aceptar el embuste de que el sexo se puede elegir y cambiar.
3⃣ Defender la separación por sexos en las categorías deportivas no excluye a las personas trans del deporte: pueden hacer deporte en la categoría que les corresponda
4⃣ Reconocer la existencia de mujeres y hombres con distintas capacidades biológicas no es segregación
5⃣Mientras existan categorías deportivas basadas en el sexo, la única opción justa es respetar esas categorías, de lo contrario no tiene sentido que haya una categoría reservada a las mujeres
6⃣Los hombres no tienen derecho a usar el vestuario de las mujeres. El derecho de las mujeres a la intimidad, seguridad y privacidad no es moneda de cambio
7⃣La oferta de gestionar denuncias por supuesta discriminación es una amenaza hacia las mujeres que no consientan vulneraciones de sus derechos
8⃣Rechazar la colonización de los espacios de las mujeres por hombres no es acoso
9⃣Defender el derecho de las mujeres a competir en condiciones de equidad no es discriminación
🔟 La formación en diversidad, sea eso lo que sea, no puede ser un coladero de las exigencias transactivistas