Si vienes de un barrio humilde, tu chip es de izquierdas.
Si vienes de un barrio adinerado, tu chip es de derechas.
Eso es lo que nos han metido en la cabeza desde pequeños.
En mi caso, yo vengo de un barrio humilde.
Mi padre era obrero. Y ser obrero, en mi época, era ser de izquierdas.
El problema es que la izquierda que me vendieron a mí no es la de ahora.
A mí me lo vendieron como la cultura del esfuerzo.
Me vendieron que había que luchar para que los obreros ganaran más dinero, pasaran a ser clase media y vivieran bien.
Pero me da la sensación de que me he ido a un viaje a Marte y he vuelto.
La cosa ha cambiado mucho.
Ahora veo un discurso que intenta vender a los jóvenes que se puede vivir del aire. Que ser de izquierdas es subir impuestos y que la gente tenga poco dinero.
De hecho, oigo a chavales decir “a mí, con eso de las paguitas, no me interesa trabajar".
¿Cómo que no te interesa trabajar?
Vamos a ver, esto es matemática pura.
La vida es una caja.
Si tú no le pones nada a la caja, cuando la abras para repartir no habrá nada.
Si no generas, no puedes repartir. Eso es así.
A mí en mi época me enseñaron a llenar la caja, no a esperar a que me dieran lo de una caja que ya estaba vacía.