El artículo de don Xabier Fortes publicado hoy en El País plantea un serio problema ético. Un periodista de RTVE tiene el deber de preservar la neutralidad y abstenerse de realizar pronunciamientos tan partidistas. Al expresar opiniones políticas desde un medio privado, se confunden los límites entre su función institucional y su criterio personal. Su tono de enfrentamiento a la oposición perjudica la credibilidad de RTVE, refuerza la percepción de sesgo y debilita la confianza en la independencia del servicio público. Además, incurre en un error de concepto al equiparar las reglas éticas de los medios públicos con las de los privados, que no están sujetos a la misma obligación de neutralidad en su línea editorial.