Para sorpresa de ABSOLUTAMENTE NADIE, un estudio de investigadores de la Universidad de California en Los Angeles, determinaba ya en 2024 los efectos en el control de precios en el alquiler en Cataluña, con base en la ley 11/2020 de Cataluña, que limitaba el precio del alquiler en unos 60 municipios de Cataluña
Sigue EXACTAMENTE la secuencia que muchos venimos defendiendo
1° Se reducen los precios del alquiler en el corto plazo por una evidente imposición legal
2° Se reduce la oferta de vivienda en alquiler, afectando a la escasez y los precios, que según que regulaciones, incluso pueden subir. Se distorsionar el mercado del alquiler y se consiguen efectos contrarios a los que se deseaban con la regulación
3° Aumenta la oferta de vivienda en venta a causa de la disminución en la rentabilidad del alquiler, lo que produce una bajada en el precio de la vivienda (OH DIOS MÍO COMO ES POSIBLE, EL AUMENTO DE OFERTA REDUCE EL PRECIO DE LA VIVIENDA??? SI A MI EDUARDO GARZÓN ME HABÍA DICHO QUE NO TENÍA NADA QUE VER)
4° La reducción del precio de vivienda sigue siendo insuficiente por lo que la política acaba teniendo efectos regresivos, clases más adineradas que pueden permitirse comprar vivienda o conseguir hipotecas se ven beneficiados por una bajada de precios que las clases más bajas no pueden aprovechar. Mientras tanto las clases más bajas siguen sin poder acceder a la vivienda
5° Por la afección de las medidas en el mercado, se reduce la inversión y se favorece aún menos la nueva oferta y las viviendas pierden calidad. Esto agrava aún más la crisis en torno a la vivienda
Vale, pues toda esta secuencia, que se ha venido advirtiendo de siempre es EXACTAMENTE lo que ha pasado.
Cuando se estableció el control, bajó el precio del alquiler a corto plazo. Sin embargo, un año después la oferta de alquiler ya se había reducido un 30%. Esto conllevó un aumento en la oferta de vivienda en venta del 13% al 18%, lo que redujo el precio de la vivienda entre un 2,3% y un 3,7% (lo siento Garzón, el aumento de oferta bajó el precio). Esto tuvo efectos regresivos, es decir, la gente con menos recursos se ve perjudicada. Mientras que los inquilinos que se beneficiaron en el corto plazo con una ganancia de 8 millones de euros, los propietarios (analizados aquellos propietarios que pertenecen a la clase trabajadora) de clase trabajadora perdieron, por la reducción del valor de sus propiedades, 1000 millones de euros, es decir, el balance para las clases más bajas (medias-bajas/bajas) sería de una perdida neta de 992 millones de euros. Además el estudio determina que las viviendas de mayor valor (poseídas por los más ricos) aumentaron su precio, de forma que los que más dinero tienen tuvieron ganancias patrimoniales de 1100 millones de euros (efectos regresivos).
Todo esto produjo un aumento en la desigualdad.
Además de este estudio, un análisis de 2025 del Observatorio del alquiler junto a la Universidad Rey Juan Carlos y la Fundación Alquiler Seguro llega a muy similares conclusiones tanto para Barcelona y España
En Barcelona hay 437 interesados por cada vivienda en alquiler, y la oferta de alquiler lleva bajando desde que entraron en vigor en Cataluña los primeros topes al alquiler
Pese a la evidencia empírica, estudios y análisis, algunos economistas como Garzón seguirán defendiendo que más oferta no es la solución y que hay que intervenir de manera absurda para darle continuidad a su relato ideológico (enseñando como cuando más se construía en España los precios subían, obviando que era una burbuja y que la demanda subía tanto o más que la oferta y tras explotar la burbuja los precios bajaron llegando a un equilibrio más acorde a la demanda real).
Por su lado además, somos de los países de la UE con menos construcción de vivienda social.
En fin, mucha suerte para los que, como yo y mi familia, llevamos toda la vida viviendo de alquiler.