Esta película no la has visto… nunca, jamás. Como mucho pudiste ver algo parecido de pequeña… y no acabó mal, acabó con una generación entera de jóvenes españoles propietarios que hoy os atrevéis a menospreciar un discurso tan necesario como este porque no sois capaces de saliros un milímetro de vuestras filias ideológicas dogmáticas.
Hay que ser profundamente ignorante para Insinuar que existe un mínimo parecido entre el marxismo cultural que hemos padecido durante años, antinacional, internacionalista y partidario de la lucha de clases que pedia subir impuestos y castigar al pequeño propietario autóctono y el patriotismo español que pide bajarlos y construir una clase media de pequeños propietarios desde un enfoque de prioridad nacional.
Bastante más parecido a estos primeros tienen aquellos adalides de boquilla de la libertad que le ponen la zancadilla al de aquí para bonificar fiscalmente al grandísimo propietario, liberalismo a la carta, una moda estética bonita para adornar con palabras agradables el sistema más injusto que existe… todo en nombre de unas bondades (competencia, eficiencia, libertad, no intervención) que se le niegan a la mayor parte de los agentes del mercado, para poner alfombra roja a los que solo quieren a España para ser su patio trasero.
Hay mucha gente que tiene que empezar a madurar y a no desconectar de discursos de sentido común cuando se enarbola una palabra, un gesto, o una forma a la que le tienen manía de manera irracional
1+1 es 2 lo diga VOX o lo diga mi prima la de Cuenca
Y el discurso que necesitamos en España es este. Y no otro
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