Ser el mejor presidente de la historia en Argentina no se llega por gestión, ni por hacer obras, incluso ni por aprovechar un bull market financiero y que todos mejoren económicamente (el país solo con su inmenso potencial podría existir sin gobierno).
Ser el mejor presidente de la historia se define por los huevos que le pongas a los embates de una minoría corrupta que necesita un país fundido para poder reinar. Por eso la figura de Milei crece y crece cada día, porque tiran todas las operaciones posibles al asador y a la gente ya no le importa.