El comercio bilateral entre España y EE.UU. representa alrededor del 4,4% del PIB español (incluyendo bienes y servicios en 2024), mientras que para EE.UU. es solo cerca del 0,24% de su PIB (unos 70.000 millones de dólares en bienes). Si se rompieran las negociaciones y el comercio se detuviera abruptamente, España sufriría una pérdida proporcionalmente mucho mayor, equivalente a ese 4,4% de su PIB, frente al impacto mínimo en EE.UU. Esto resalta la asimetría: España depende más del mercado estadounidense.