Veamos:
Estamos en plena pandemia, encerrados en casa y con miedo por lo que estaba pasando.
El novio de Ayuso con una llamada y especulando con unas mascarillas, se embolsa 2 millones de euros, con una simple llamada.
No contento con este pastizal, los 350.000 euros que le toca pagar a hacienda, no los quiere pagar.
Para ello crea facturas falsas con empresas que no existen.
Alguien le debió decir que esto, tan burdo, no tendría consecuencias.
Por cierto, en todo esto está Quirón, la empresa con la que hace negocios para privatizar la sanidad pública, Ayuso.
Igual hay que seguir la linea de puntos