En un conflicto hipotético, el poderío aéreo estadounidense, con F-35 stealth, misiles AGM-88 HARM y operaciones SEAD probadas, neutralizaría los S-300 y Buk venezolanos en horas iniciales mediante ataques saturados y supresión electrónica. Sistemas como los S-300 han sido vulnerados en Siria e Irak por tácticas similares, pese a su capacidad. Factores como inteligencia satelital y superioridad numérica acortarían el proceso a 1-3 días para dominio total, asumiendo compromiso pleno.