“El incidente de Ronnie Hill de 1967”
En la tarde del 21 de julio de 1967, Ronnie Hill, de catorce años y residente del condado de Pamlico, Carolina del Norte, capturó supuestamente una de las fotografías más curiosas de la historia de los ovnis.
Según el relato de Hill, estaba jugando solo en el patio de su casa cuando, de repente, el aire se llenó de un olor penetrante y desconocido, tan fuerte que le hizo lagrimear los ojos. Alarmado, miró hacia un campo cercano y se asombró al ver lo que describió como una nave esférica y blanca de aproximadamente tres metros de diámetro que se posaba en el suelo.
Al darse cuenta de que pocos creerían tal afirmación sin pruebas, Ronnie entró corriendo, cogió su cámara Kodak portátil y salió de nuevo a toda prisa. Allí presenció una visión extraordinaria: un ser con un traje plateado reflectante que emergía de detrás de la nave. La figura fue descrita con piernas delgadas y huesudas y una cabeza desproporcionada, parecida a la de un gnomo.