Al Real Madrid no le podían aplazar su partido contra Osasuna para respetar los tiempos que recomienda la FIFA para una pretemporada porque suponía adulterar la competición. Pero que un Villarreal - Barcelona se juegue en Miami, con un estadio lleno de culés, en lugar de jugarse en el Estadio de la Cerámica con la afición del Villarreal, no la adultera. Qué retratado ha quedado Tebas, la marioneta de Laporta.