Recibe mi solidaridad y mi apoyo, querido Christian.
Está claro que los asesinos de Fernando siguen tramando y operando desde todos los espacios. Comprar la versión de un testigo protegido para sabotear el proceso ni siquiera es original. Y usar al portavoz de las mafias ya no cumple el efecto.
Se ha desatado una marejada de odio en mi contra con una narrativa coordinada que escandaliza. El encargado de montar la tramoya es el recadero de Leandro Norero, el vocero del narco, y orgánicamente decenas de voces digitales hoy dicen que el asesino soy yo. No tengo temor alguno de enfrentar lo que se ponga al frente, cuando caigo siempre me levanto y no deben subestimarme.