Un 8 de noviembre de 1939, Georg Elser, un humilde carpintero alemán, estuvo a solo 13 de minutos de acabar con Adolf Hitler y salvar posiblemente al mundo de una Segunda Guerra Mundial, el conflicto más mortífero de la historia de la humanidad.
Desde 1930, Elser era miembro de los sindicatos obreros y se afilió a la organización comunista, Roter Frontkämpferbund (Liga Roja de Combatientes del Frente), para más tarde votar en las elecciones de 1933 al Partido Comunista Alemán (KPD)... pero la llegada al poder de Hitler, vio como los derechos laborales eran sistemáticamente recortados, los sueldos bajaron y empezaba la persecución masiva contra los judíos, los comunistas y todo tipo de disidentes al régimen nazi.
Después el Acuerdo de Munich de 1938, donde Reino Unido y Francia colaboraron con los planes imperialistas de Hitler, regalándole los Sudetes y entregando parte de Checoslovaquia a la Alemania nazi para que atacara a la URSS... Elser sabía que la guerra era inevitable y había que parar a Hitler como sea.
Gracias a sus conocimientos laborales como carpintero y peón de montaje de una fabrica armamentística, Elser fabricó una sofisticada bomba de relojería y planificó durante meses la ejecución de Hitler en uno de sus discursos en una cervecería de Munich.
Durante más de 4 meses, Elser llegó a esconderse hasta 30 veces durante la noche en la cervecería de Munich, esperaba a que cerrasen y se escondía en los lavabos y una vez estaba solo, hacia el agujero poco a poco para poner la bomba en una columna tras el revestimiento de madera.... y cada mañana salía por una puerta lateral sin ser visto.
El 7 de noviembre de 1939 se infiltró por última vez en la cervecería donde Hitler iba a dar un discurso junto a casi toda la plana mayor nazi y colocó totalmente la bomba incrustada en uno de los pilares que haría volar por los aires el edificio encima del genocida nazi.
Al día siguiente, en un increíble capricho de la historia, las malas condiciones meteorológicas en Munich hicieron que Hitler postergara su discurso solo 13 minutos más tarde de lo planeado... algo que le salvó la vida, aunque no a 8 de sus oficiales nazis que murieron y a 63 nazis más que quedaron heridos por el ataque.