Presidente Noboa, usted no encarna el cambio, encarna el continuismo del privilegio.
No le tema a la verdad: esta Constitución que usted desprecia no fue escrita por un club político como el suyo, fue escrita por un pueblo cansado de ser silenciado. Hubo mujeres, campesinos, ecologistas, defensores de derechos humanos y hasta quienes no tenían voz. Ellos le dieron a este país dignidad constitucional, y usted pretende desmantelarla para servirle al poder que nunca deja de mandar.
Usted no representa al Ecuador: representa a los intereses que siempre quisieron un Estado débil, fácil de controlar.
Usted puede manipular los medios, puede usar troles, puede intentar reescribir la historia. Pero no podrá esconder el hecho de que mientras su gente acumula fortunas y aprobaron un retazo de ley con su mayoría en la Asamblea para perdonar la deuda millonaria en el SRI, mientras el pueblo acumula hambre. Y eso, Presidente, no es política. Es una traición a la patria disfrazada de gestión.
Ellos escribieron las reglas para protegerse entre ellos.
Hoy, el Ecuador elige hacerlo distinto.
Una nueva Constitución donde el bien esté por encima del mal, donde un criminal no sea prioridad sobre ti, donde no puedan salir libres al pisar la cárcel.
Este camino lo encabezan personas que no le deben favores a nadie:
Annabella Azin, Nacional
Niels Olsen, Guayas
Diana Salazar, Pichincha