Perdimos.
Pero que orgullo, el equipo, los huevos que le pusieron, lo que sabíamos que no iba a faltar, y la gente, una cosa de locos.
Salió campeón el otro, sólo se escucha al glorioso Peñarol.
Porque todo es en dos colores, en cualquier parte del mundo.
Orgullo.
Gracias.