No sé como el señor me ha dejado con vida, pero estoy muerta por dentro.
Cualquier persona con un mínimo de humanidad, se rompe con estas palabras de Dolores.
Mientras mis hijos y mi marido se ahogaban, Mazón estaba en El Ventorro.
Que hoy, aún haya gente defendiendo a ese miserable por interés personal, es tan culpable como él.
Hoy más que nunca hay que estar con las familias, porque han empezado la campaña para criminalizarlas.
Ni un paso atrás.