🇲🇽 En México la pobreza no solo duele, se hereda. Si seguimos al ritmo actual, nos tomará 57 años erradicarla; pero en Campeche, Chiapas y Guerrero, tardaríamos casi dos siglos. Dos siglos de niños sin oportunidades, mujeres atrapadas en cuidados sin salario y pueblos indígenas condenados al olvido. No hay progreso posible cuando el reloj de la desigualdad avanza más lento que el del poder.
Necesitamos un nuevo pacto social: empleo formal, cuidados dignos, educación temprana, justicia territorial y presupuestos con rostro humano. Erradicar la pobreza no es un milagro, es una decisión política. Y cada año perdido es una generación más condenada.