"A veces estás invitado, pero aun así… no eres bienvenido. Porque no todo lugar donde te abren la puerta, te abren también el corazón.
Hay lugares donde tu presencia incomoda, donde tu voz se escucha, pero no se tiene en cuenta, donde sonríes por educación, pero por dentro algo te dice: "no pertenezco aquí".
Con el tiempo aprendes a leer los silencios, las miradas que evitan, los gestos forzados, y entiendes que no siempre te excluyen con palabras, a veces lo hacen con la falta de calidez, con la ausencia de alma.
Y aunque duela, aprendes a no insistir donde ya no hay lugar para ti. Porque no se trata solo de estar presente, sino de sentirte parte. Llega un momento en el que prefieres la soledad sincera a la compañía vacía. Porque cuando el corazón se da cuenta de que no es bien recibido, la dignidad te toma de la mano y te dice: - Vámonos de aquí."