Mientras tanto en México, el cadavérico PAN, fundado en 1939 por nazis y cristeros, el PRI, la mayor máquina de corrupción, crimen y represión del siglo XX mexicano, Salinas Pliego, evasor fiscal, usurero y magnate mediático aporofóbico y racista, de la mano de un ejército de esperpentos de la farándula y la patronal junto con hordas de multicuentas en redes operadas desde el extranjero, buscan abandonar el agujero de repudio en donde reptan apostándole a la llamada "generación Z" (concepto con poco impacto en México que originalmente se refiere a jovenes de las pequeñoburguesías estadounidenses y europeas), ya que suponen que dicho grupo es "apolítico", desideologizado, desinformado y que simplemente se verán arrastados a su turba por el uso de elementos visuales procedentes de una serie de animación japonesa y por el impacto que operaciones similares han tenido en Indonesia y Nepal, orquestadas por los servicios de inteligencia occidental, claro está. Peor aún, tras el asesinato de Carlos Manzo, Presidente Municipal de Uruapan, quien además señaló en diversas ocasiones a dichos partidos como los causantes de la tragedia que se vive en Michoacán y México, particularmente desde el período del narcotraficante FCH, han tenido el cinismo y la desfachatez de convertirlo en - su "mártir" -, comparándolo con la excrecencia estadounidense Kirk recientemente asesinado. En pocas palabras suponen que un sector de la juventud mexicana oscila entre la desmemoria, la enajenación y alienación. Por supuesto, también buscan que Washington apadrine una revuelta de laboratorio, una primavera de peor categoría y estofa que las del manual de Gene Sharp. Es delirante sin duda, pero irá escalando rumbo al 2030, sin mencionar que también cuentan con el narcoparamilitarismo para magnificarlo. Paralelamente, las facciones que componen la 4T continuán dormitando en sus laureles.