Hace unos minutos, en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa), se ha botado la réplica de la nao San Juan, embarcación ballenera de la propia Pasajes que se hundió en Canadá en 1565 y cuyo pecio se halló en 1978. La San Juan es la reproducción que más fielmente se ha realizado en nuestro país, con materiales y técnicas idénticos a los del siglo XVI y sin elementos modernos de ningún tipo, tan siquiera en las herramientas empleadas.
De momento, flota. Ahora, le pondrán los mástiles y, si todo va bien, realizará un viaje transoceánico para celebrar el auténtico impulso de la humanidad: el comercio libre entre personas que deciden e innovan sin que nadie se lo pida.