El gobierno del cambio, al que se le fue la brújula moral y su discurso de ser perfectos, que iban a acabar con la corrupción y la mermelada, digno de un cínico, lunático, mitómano como lo es Gustavo Petro y todo lo que rodea al presidente tanto como persona como político.
Nicolás Petro se habría reunido con varios ministros de Petro y, en tráfico de influencias, obtuvo contratos para él y para su familia (incluida su madre), dice la fiscal Laborde.