El asesinato es un pecado mortal, algo terrible. Pero el asesinato a sangre fría, planificado, por banderas y culturas inventadas, por fantasías y delirios políticos, es de una estupidez insondable.
Ainhoa Múgica (53 años) reconoce que cuando fue jefa de ETA ordenó a Txapote (59 años) asesinar a José Javier Múgica de UPN y de profesión conductor de autobús
Es terrible escuchar ese "sí" y ver a asesinos de menos de 60 años, cuando nos venden que ETA es una cosa del pasado