El análisis confirma que los montaditos de pringá de la Taberna La Sacristía de Córdoba estaban contaminados con bacterias. Una clienta falleció. En un grave acto de irresponsabilidad, la Junta de Moreno Bonilla decidió ocultar el nombre del negocio y no decretar su cierre.
Una mujer ha muerto y decenas de cordobeses han sufrido intoxicaciones tras consumir montaditos de pringá del restaurante Taberna La Sacristía. La Fiscalía ha abierto una investigación.
En el vídeo, ayer, el director del negocio, Miguel Ángel Araujo.