Tomado de facebook : Este es Jesse, un vagabundo que vive cerca del puente en mi zona. No tiene nada más que una bicicleta, un pájaro y una bolsa con unas diez cosas.
Ayer, mientras iba en bici por la playa, a unos 5 km de casa, pinché una rueda. No tuve más remedio que dar la vuelta y empujar la bicicleta todo el camino de regreso. Varias personas pasaron a mi lado sin prestarme atención — algo que, sinceramente, no les reprocho. Pero, mientras caminaba con los auriculares puestos, vi que Jesse me decía algo.
Al principio pensé que iba a pedirme dinero o comida, así que me quité los auriculares y le pregunté qué quería.
Me respondió: “No quiero nada, hermano. Tengo una cámara nueva en mi bolsa, puedes quedártela si la necesitas.”
Me quedé helado. Le dije que no hacía falta, pero insistió. Así que me acerqué a su pequeño rincón bajo el puente, donde tenía sus cosas y a su pájaro en una jaula rota. Abrió su desgastada bolsa, sacó una cámara de aire —una de las pocas cosas que tenía— y me ayudó a cambiar la rueda, incluso la infló.
Cuando le pregunté cómo podía pagarle, sonrió y me dijo: “No te preocupes, hermano. De eso se trata la vida.”
En ese momento entendí lo grande que fue su gesto. Un hombre sin nada, ofreciéndome algo valioso, sin esperar nada a cambio. Para mí, una simple cámara de bicicleta no significa mucho, pero para él era una de sus pocas pertenencias útiles.
Su generosidad me dejó sin palabras. Nosotros, tan apegados a nuestras cosas materiales y tan rápidos para juzgar, podríamos aprender mucho de alguien así.
Hoy volví a verlo. Le llevé comida, unas zapatillas nuevas, unas gafas Versace, una cerveza fría y varias semanas de víveres — además de algo de alpiste para su pájaro. Estaba feliz, con lágrimas en los ojos, agradeciéndome una y otra vez. Pero, mientras él me daba las gracias, sentí un nudo en la garganta… porque si él no hubiera salido de su camino para ayudarme, probablemente yo nunca habría hecho nada por él.
Paso junto a Jesse casi todos los días y nunca le presté atención. Pero ahora sé que él tiene algo que el dinero no puede comprar.
Gracias por la lección de humanidad, campeón. ❤️
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