En realidad, en el borrador del proyecto de ley disponible en el periodo de alegaciones, se mencionaba expresamente la filosofía antipunitivista en el preámbulo.
Desde la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, incluí esto en nuestras alegaciones dirigidas al ministerio, explicando que ese concepto parecía implicar que los violadores no merecen castigo penal sino solo medidas educativas, que parecían sugerir que las penas eran excesivas.
Quitaron el concepto del preámbulo, pero continuaron adelante con la reducción de las penas. Yo no alegué sobre la modificación de las penas en sí (no soy penalista) pero fui la primera en denunciar la filosofía “antipunitivista” de fondo, que me pareció muy peligrosa.