Montas un partido, desafias el status quo, te recorres España de punta a punta -hoy Palencia, mañana Plasencia, pasado Valencia-, y de plató en plató, te colocas en el punto de mira de terroristas informativos y de los otros, vives rodeado de admiradores que te quieren estrujar y de enemigos que te quieren destrozar, eres el destinatario del odio de tus adversarios, de la envidia de tus competidores, de la adulación de tus seguidores y de la estupidez de algún que otro tuitero, pierdes tu intimidad, arriesgas tu patrimonio, y te alejas de tu familia.
Vamos… lo cualquiera de nosotros hace cuando no tiene ingresos y tiene que buscarse un trabajo seguro.
Seguro?
Que ser presidente de Vox es la única manera que tiene Abascal de tener ingresos, y que cualquier persona que destaque mínimamente en Vox (Espinosa, Olona, Gallardo, Smith) es una amenaza para su modus vivendi.
En resumen, eso.