No, yo no apuesto al fracaso, pues apostar a ello implicaría que hay una posibilidad de éxito, y en este caso no la hay.
Lo que considero y expreso es que, dadas las circunstancias concretas y el tipo de liderazgo que encarna María Corina Machado, no hay margen para un desenlace distinto al que ya se anuncia.
Su problema no es de intención, sino de comprensión política. Parte de la idea —repetida hasta el cansancio— de que basta con la voluntad, con “no rendirse”, con mantener el discurso moral —cada vez más disociado de la realidad y más engañoso, por cierto— para transformar una estructura de poder que, por su naturaleza totalitaria, no se disuelve con declaraciones. Esa es la raíz de su fracaso constante: confundir el impulso moral y la narrativa esperanzadora (con elementos irreales y falsos) como principal estrategia política.
Si algo ha demostrado su trayectoria es que cuando las acciones dependen de ella, terminan mal.
1. Fue candidata en unas primarias que prometió controlar de principio a fin. Y luego de su éxito, aseguró que no sería inhabilitada, que no elegiría sustituto y que todo estaba previsto ante la trampa. Al final, no hubo previsión alguna, fracasó en cada hito, el sustituto se lo impusieron (ni siquiera fue el que ella escogió) y además resultó un inservible; y, para colmo, su proclamado Plan A se derrumbó sin que el régimen moviera un dedo.
2. En los días posteriores a la elección ella misma evidenció que no tenía Plan B, ni acuerdo militar, ni estrategia institucional. Solo quedó la repetición de la historia: la esperanza convertida en frustración y la súplica a los militares y policías a ponerse del lado correcto de la historia (discurso ya expresado antes por Capriles y Guaidó sin éxito alguno).
3. Su reacción fue idéntica a la de Capriles en 2013: cuando la calle despertó, improvisó. Bailes, consignas, discursos tardíos, protestas con horarios, etc.
De ese espejismo salió la mayor cantidad de presos políticos en la historia reciente del chavismo. Edmundo se le fue, su equipo fue apresado, y ella se atrincheró en el mismo recurso que siempre utiliza: la narrativa del heroísmo solitario, multiplicada en entrevistas y alianzas con cualquier figura que le permita sostener la visibilidad.
4. Lo más grave es que su estrategia ya no es política, sino teológica. Se sostiene en la espera del milagro: que un poder externo, encarnado en Donald Trump, haga lo que ella no puede hacer. Ese es el núcleo de su discurso actual: el mesianismo delegado. Espera que la fuerza norteamericana intervenga, como si la historia fuera una prolongación de su fe personal en la providencia.
Pero la política exterior de Trump no pasa por ahí. Su objetivo es la contención, no la invasión; el control de flujos, no la reconstrucción de Estados fallidos; la paz, no la guerra. Y eso lamentablemente no lo ven muchos de los venezolanos.
Una intervención en Venezuela implicaría un caos de dimensiones regionales, un foco de violencia, y un costo político que ningún presidente norteamericano asumiría en vísperas de una nueva campaña electoral. Lo que vendrá, si acaso, será un cerco limitado: presión sobre el narcotráfico, vigilancia marítima y retórica dura. Nada más.
María Corina, sin embargo, mantiene la ilusión del milagro: la idea de que el régimen caerá por un acto de fuerza ajeno, y que entonces ella asumirá el control del Estado y reconstruirá el país “en menos de un año”. Esa promesa no es política, es demagógica y delirante.
No tiene experiencia en gestión pública, no ha administrado ninguna institución compleja y desconoce las dinámicas técnicas del Estado. Su discurso es emocionalmente eficaz, pero estructuralmente vacío.
Por eso no se trata de “apostar al fracaso”, sino de reconocerlo antes de que vuelva a repetirse.
Quien se niega a ver este patrón no defiende la libertad: defiende una ilusión. Y el país no necesita más ilusiones, sino una conciencia política capaz de pensar sin fe ciega ni líderes providenciales.
Por acá esté caballero
@MiguelFontan
Es del grupo que apuestan al frcaso de MCM.
Ah y por ahi anda otro con una llorantina en unos vídeos porque está económicamente mal 🙄 él también dice que quiere salir del chavismo y que la oposición no lo deja, incluyendo a la lider.