La defensa del programa “serio”, es peor que su enfermedad. Con su alegato e intento de demonizarme confirman todo lo que dije. Así de mediocres son. Miren el post original:
Aquí solo 10 razones por las cuales hace más de un año que ni les contesto las llamadas:
1. Impulsa las narrativas del bipartidismo colonial.
2. Cita como expertos a los más brutos y peores exponentes de la clase política colonial.
3. Propaga la ideología neoliberal y justifica la austeridad y represión hacia los trabajadores, pensionados y pobres.
4. Sus auspiciadores privados son los protagonistas de los principales problemas del país.
5. Para colmo, tienen contratos y auspicios con el gobierno de Puerto Rico que dice fiscalizar.
6. Ensambla los paneles de invitados para fomentar las garatas ininteligibles para que no se entienda nada y luego editorializan su línea de prejuicios a favor de sus narrativas coloniales y neoliberales.
7. Cancelan invitados incómodos, manipulan agendas y evitan el contraste justo de ideas.
8. En los peores casos, cambian el formato del programa para traer primero a los que quieren demonizar y luego presentan un panel contrario para atacar y desprestigiar al
primero sin que exista derecho al debate ni refutación. Luego, remachan entonces con comentarios editoriales de su línea argumental de desprestigio y demagogia.
9. Algunos de sus panelistas fijos que preguntan se presentan como enemigos públicos de ciertos invitados y sus intervenciones reflejan graves prejuicios disfrazados de periodismo.
10. Hacen sondeos sin revelar datos ni metodologías y luego empujan los resultados que les convienen.
En resumen, Jugando Pelota Dura es una extensión del aparato político-mediático del coloniaje: un programa al servicio del poder y no del país.
Nos causa una mezcla de asombro y risa leer las expresiones del abogado de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Rolando Emmanuelli Jiménez, quien entre teorías de coloniaje, delirios de grandeza intelectual y nostalgia sindical, intenta desacreditar a Jugando Pelota Dura.
1. Emmanuelli pretende ser objetivo, mientras su discurso se ahoga en un mar de contradicciones ideológicas. Dice combatir el “bipartidismo colonial”, pero vive, guisa y factura dentro del sistema que critica; disfruta las garantías de la democracia y del capitalismo que le permiten operar un bufete con fines de lucro beneficiándose del mismo libre mercado que demoniza a través de palabras rebuscadas.
2. Habla de “auspiciadores privados” como si fueran una plaga, pero son igual de privados que los clientes que tiene y le llenan los bolsillos, como lo hizo la UTIER. Resulta curioso que, mientras acusa a los medios de “reproducir el aparato colonial”, él mismo se beneficia del estatus actual de la isla. Una paradoja exquisita: condena el sistema mientras cobra de él.
3. Acusa de “impulsar narrativas del bipartidismo”, cuando en realidad lo que parece molestarle es que Jugando Pelota Dura le da voz a todos los sectores, algo que parece no puede procesar.
4. Dice que se promueve la “austeridad" y "represión”, pero omite la “austeridad" y "represión” de su pasado cliente, la UTIER, que drenó las finanzas públicas del país por él, quien se sentaba en la mesa de negociación con el mismo fervor que ahora busca predicar desde un púlpito de pureza moral. Parece no tolerar que, en estos momentos, el pueblo tenga una voz que lo defienda, como Jugando Pelota Dura.
5. Emmanuelli acusa de “garatas ininteligibles”. Tal vez lo que no entiende es que el choque de ideas es lo importante en la sociedad puertorriqueña para que el pueblo piense, procese, analice y llegue a sus propias conclusiones. No un monólogo de un “iluminado”, como en países cercanos... Para quien está acostumbrado a obligar a escuchar una sola voz, toda diferencia suena como "garata".
6. También dice que “cancelamos invitados incómodos”, expresiones que se basan en la falsedad que nace de un delirio. En este programa han tenido espacio voces de todas las ideologías, incluyendo las que nos insultan, lo que demuestra precisamente el respeto por el contraste que él nos niega. Jugando Pelota Dura no censura, pero tampoco sirve de altar para redentores que se creen que cargan la única verdad.
7. Y cuando afirma que “remachamos con comentarios editoriales”, parece que le revienta la libertad de expresión. Pretende que la prensa calle su opinión, pero celebrando cuando le dan la oportunidad de hablar ante uno de sus micrófonos o cámaras. Esa es la definición misma del pensamiento totalitario que dice combatir.
8. En cuanto a sus críticas a los “sondeos”, tal vez le molesta que la opinión pública no esté alineada con su narrativa. Los datos... son sagrados. Al que le gusten bien; y al que no, también.
9. Además, finge desconocer que en Puerto Rico los partidos que dominan el panorama político son dos. Invitar a sus miembros, como invitamos a sus aliados, no es "impulsar las narrativas del bipartidismo colonial". Eso es una crítica elemental propia de todo el que busca apuntar y no mirar la paja en su propio ojo. No hay por qué desahogar sus problemas personales con un programa de televisión.
En Jugando Pelota Dura seguiremos haciendo lo mismo de siempre: fiscalizar a todos, sin importar colores ni ideologías. Porque aquí siempre estamos del lado del pueblo.
Y al final del día, Emmanuelli, si tanto le molesta el "ruido" que provocamos para sacar a la luz lo que el pueblo desconoce, quizás el problema no sea el programa. Toca mirarse a un espejo y aceptar su realidad.