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Señora alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega: gobernar no es posar, es responder
“El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es ser gobernados por quienes no lo merecen.” — Platón—
Señora alcaldesa,
con todo el respeto que merece el cargo, pero con la claridad que exige la realidad: esto no nace de la grilla, sino del pavimento. De ese pavimento agrietado, lleno de baches, charcos y excusas. Nace del hartazgo, de la observación diaria, y del convencimiento de que la autoridad que se desentiende de lo evidente pierde legitimidad moral y política, busca incluso que los propios ciudadanos hagan brigadas para resarcir sus omisiones, eso no funciona así, sus responsabilidades están escritas en documentos normativos de la demarcación que valdría la pena leer.
Usted juró cumplir y hacer cumplir la ley.
Esa ley que no distingue entre el bache causado por un drenaje viejo o por una negligencia nueva. La ley no pregunta quién abrió el hoyo, pregunta quién debió evitar que siguiera abierto. Y la respuesta, alcaldesa, es usted.
1. La ley no es opcional ni se interpreta al gusto del discurso
La Constitución Política de la Ciudad de México, en su Artículo 53, fracción VII, es categórica: las alcaldías tienen la obligación de mantener, conservar y administrar los servicios públicos en su demarcación, incluyendo pavimento, drenaje, alumbrado y mobiliario urbano.
La Ley Orgánica de las Alcaldías, en su Artículo 39, fracciones I, III y V, reitera el deber de supervisar, coordinar y ejecutar acciones permanentes de mantenimiento urbano, así como atender los reportes ciudadanos relacionados con infraestructura y movilidad.
Nada en esos textos la exime de actuar.
👁️Ningún párrafo, inciso o nota al pie dice que si el hoyo proviene de una red hidráulica, puede permanecer semanas sin atención. No hay una cláusula que autorice mirar hacia otro lado.
La jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Tesis: P./J. 38/2002) ha sido enfática: cuando existe competencia concurrente entre órdenes de gobierno, el deber de actuación no se anula por la intervención del otro. Por el contrario, ambas autoridades comparten la obligación de prevenir, mitigar y corregir.
Por tanto, el argumento de “no me corresponde”💅 es jurídicamente insostenible y éticamente pobre.
2. Desconocer la ley no lo absuelve: lo "agrava"
El Artículo 8 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas establece que todo servidor público debe conocer las disposiciones que regulan su función, y que el desconocimiento o la falta de asesoría no eximen de responsabilidad.
Traducido: la ignorancia no protege a quien tiene poder, lo condena.
Cuando un funcionario confunde atribuciones o tergiversa competencias, transmite no sólo desinformación, sino también una preocupante falta de dominio técnico sobre su propio encargo.
El pueblo no está obligado a conocer leyes, pero quien cobra un salario público sí lo está obligado a dominarlas.
Usted, alcaldesa, no puede escudarse en tecnicismos para justificar la inacción. Porque si el ciudadano tropieza con un bache, si su automóvil se daña, si un motociclista se accidenta, la responsabilidad recae en quien debió prever y coordinar, no en quien administra la red de agua.
3. Responsabilidad política, moral y administrativa
La Constitución Federal, en su Artículo 134, establece y plasma que los recursos públicos deben administrarse con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez.
No hay eficiencia en una calle llena de baches.
No hay honradez cuando se intenta manipular la narrativa para eludir deberes básicos.
La Ley de Obras Públicas de la CDMX y el Reglamento de Vías Secundarias facultan a las alcaldías a realizar reparaciones menores, señalización temporal y coordinación con dependencias del gobierno central para resolver daños en vía pública.
Por tanto, no había impedimento jurídico alguno para actuar, no se escuse que lo único que hace es clavarse estacas lapidarias.
Si SACMEX abrió el suelo, la alcaldía debió supervisar, señalizar y exigir su pronta restitución.🎯
Si fue otra dependencia, correspondía igualmente la coordinación y el seguimiento.
Pero lo que se observa, alcaldesa, es silencio, desdén y un discurso evasivo.
Mejor muestre oficios de como solicitó a Clara Brugada la reparación también los alcances correspondientes....no es necesario...ya sabemos que no los hay.
Esa actitud no es neutral. Es negligente.
Y la negligencia administrativa también es una falta grave, sino lease la Ley Federal de Responsabilidades es le atan e además.
4. Ética del poder y conciencia del deber
Gobernar no es posar frente a una cámara ni administrar redes sociales ni aducir que usted esta "bien, bien buena" eso denigra su encargo y su cargo. Gobernar es asumir responsabilidad hasta por lo que no se hizo bien, y corregirlo sin demora.
El derecho público tiene un principio rector: la supremacía del interés colectivo sobre la comodidad individual.
Por eso, cuando usted responde a una crítica ciudadana con desdén o con justificaciones técnicas vacías y me atrevo además a decir que falsas, olvida que la autoridad no tiene derecho al ego.
El poder público no se defiende con argumentos, se sostiene con resultados.
Le recuerdo lo que decía Aristóteles en su Política:
“El gobernante debe ser ejemplo de virtud; si el pueblo ve en él arrogancia o desdén, perderá el respeto que da estabilidad a la polis.”
Hoy, ese respeto se erosiona cada vez que una autoridad se refugia en explicaciones en lugar de soluciones.
5. El pueblo no es ignorante: está observando👁️
Los ciudadanos de Cuauhtémoc saben distinguir entre política y servicio. Saben quién trabaja y quién se excusa. Saben cuándo un video muestra un hecho aislado y cuándo retrata una realidad sistemática.
Y la realidad es que la alcaldía presenta una crisis de mantenimiento urbano.
Las colonias Juárez, Doctores, Obrera y San Rafael exhiben calles fracturadas, tapas de coladera hundidas, luminarias averiadas y señalizaciones inservibles.
Mientras tanto, el discurso institucional presume logros numéricos: “10 000 baches reparados”, “operativo Bachéale”, “cuadrillas activas”.
Pero, alcaldesa, la estadística no tapa baches; los ciudadanos los siguen esquivando a diario.
El problema no es el número: es la credibilidad.
6. Rectificar no la debilita, la dignifica
Usted tiene una oportunidad que pocos servidores públicos aprovechan: admitir un error, asumir responsabilidad y corregirlo con hechos.
Reconocer una omisión no la hará menos fuerte; la hará más confiable.
Porque gobernar no es nunca tener razón, sino saber rectificar cuando la razón está del lado del pueblo.
“La honestidad es el principio de la sabiduría.” — Sócrates
Sea honesta con la realidad que gobierna.
No minimice las quejas. No convierta la crítica ciudadana en una ofensa personal.
La autoridad que no escucha se vuelve sorda al tiempo, y el tiempo, alcaldesa, no perdona a quienes olvidan por qué fueron elegidos.
7. Conclusión
Los baches de Cuauhtémoc son mucho más que huecos en el asfalto. Son la metáfora visible de una gestión que prefiere justificarse antes que responder.
Los ciudadanos no pedimos discursos, pedimos resultados.
Y los resultados, en política, se miden por la acción, no por el video.
Usted tiene facultades, recursos y mandato.
Si no los ejerce, no es limitación: es omisión.
Y la omisión, en derecho administrativo, también se llama falla del servicio público.
Como diría Séneca:
“El que es demasiado débil para asumir su deber, se hace indigno de su cargo.”
Con respeto,
una voz ciudadana que no se rinde, que paga impuestos, que exige dignidad y que no acepta que la retórica sustituya a la acción.
Por cierto en que se basa en decir que
@arturoavila_mx es achichincle de el deleznable Monreal que tampoco como usted jamás le interós beneficio de la Cuauhtémoc y no argumente que el es de otro Estado que es un argumento que denota su profunda ignorancia y sobre todo viniendo de una persona que "gobierna" una alcaldía donde ni si quiera reside acusando a un residente por extrajero, en verdad que es una pena verla con esa arrogancia y soberbia, me encantaría enseñarle no solo sus errores como su mediocre campaña de gravilla con sellito de la niña sino a como gobernar y como ganarse el respeto del ciudadano.